Surya Lecona Moctezuma
Humor y sátira política en Italia
La magia del espejo y el reflejo de Bobbo
“Bobbo, tengo miedo,
tengo miedo de expresar mi historia, esa que vive aquí muy dentro de mí y que
es incapaz de salir con mi propia voz. Ayúdame Bobbo, tú que eres tan seguro y
tan mortal como yo, pero más espontáneo y poético”
Bobbo
nació el 10 de octubre de 1979 de la imaginación de su arquitecto Sergio Staino,
quién tiene 76 años de edad. Bobo es la caricatura más real y más ficticia, la
más ingenua y sensible. Y Sergio el caricaturista más reconocido de Italia,
quien lucubró las primeras ilustraciones desde niño. Sus dibujos, son el horizonte de
libertad que logra visualizar sólo cuando traza sobre una superficie lo que su fantasía
transporta al lapicero y, es con esa espontaneidad que, desahoga en sus diseños las
grandes historias y experiencias que le recuerdan a su extensa familia y
amigos.
Sergio
Staino nació en vísperas de la guerra, el 8 de junio de 1940. El 10 de junio
del mismo año, Italia entro en guerra y su padre fue convocado. Al regreso del señor Staino, en
1944, el pequeño ya tenía cuatro años, cuando empezó a dibujar. Era un niño muy
tímido. Su madre provenía de una familia campesina y su padre de raíces muy
pobres.
Su
mamá muy joven, de 22 años de edad, le leía los pocos libros de cuentos para
niños que tenían en casa y le ayudaba a copiar las ilustraciones de estos,
pintaba caballos, princesas, caballeros, reyes, y personajes de cuentos de
hadas. Tiempo después, el artista huyó de la miseria trabajando como policía en
el sur de Florencia, donde se conocieron sus padres.
El
dibujo se quedó en él, como un símbolo de protección y seguridad, dibujaba
siempre, cuando se sentía mal, nervioso, desesperado, con algún examen, una
enfermedad o la muerte de un ser querido, sólo buscaba papel y lápiz,
cualquier tipo de herramienta que pudiera utilizar para plasmar ahí esa
impotencia o frustración. Y era así como descargaba sus sentimientos y se
quitaba el peso negativo de encima. En el momento en que trazaba la primera
línea, toda la tensión desaparecía y fluía. Desde que descubrió esto, lo ha
practicado toda la vida, pero jamás pensó que podía llegar a ser su trabajo, su
esencia, su vida.
El
creador de Bobo, confesó en la entrevista realizada en la Feria internacional
del libro 2008: “El motor que mueve el
lápiz que sostengo cuando dibujo, es un estímulo, una idea, que después se
transforma en un acto creativo, en un dibujo, una música, cualquier obra debe
siempre salir de una sensación encerrada dentro de uno mismo. Creo también que
uno debe ver la realidad en donde está parado, y ubicarse en un justo medio, no
sólo vivir de ensueños pero tampoco quedarse sólo con las situaciones
rutinarias. Bobbo nació mirándome al espejo, uno de esos días en que la mente
se queda en blanco”. Cuando
aparece Bobbo, Staino a sus 39 años decide representar su vida con un personaje
autobiográfico, después nace también el diseño de su esposa Bruna y el de su
hija Hilaria, así como algunos amigos y personajes que marcaron su vida de
alguna forma.
Las
historias eran muchas; situaciones interiores, pensamientos, regresiones,
recuerdos amargos y experiencias positivas y simpáticas también. Sin desearlo
así Sergio encaminó a su personaje a representar también sus ideas políticas y
fue esto lo que más éxito le trajo en sus tiras cómicas y aunque al principio
fue un disgusto para él, pues sólo quería hacer caricaturas de experiencias
propias, la inercia lo dirigió hacia la lesionada y enviciada política que hubo en Italia
en aquel tiempo, y se vio obligado a plasmar sus ideologías e incluso publicar
en el partido comunista italiano. Cuando menos lo imaginó, ya se encontraba ahí, en los menesteres de la sátira política italiana, nada más y nada menos que
como el actor que escenifica, el más reconocido caricaturista Italiano.
El viejo y el niño ( English subtitles )
Encuentro de dibujos animados
Eduardo
del Rio, Rius y Sergio se conocieron en Cuba, en San Antonio de los Baños en
1989. Por alguna razón, los cubanos los trataron a ambos con mucha frialdad, y por esto, encontraron en ellos mismos una gentil compañía. En la misma feria, en el
Encuentro de Caricaturistas, donde Italia fue el país invitado de honor, el
caricaturista mexicano compartió; que los dos estaban muy desilusionados de
Cuba y su régimen, de su falta de democracia y por el bajo nivel de la sátira,
una sátira muy virgen y nada creativa. “Estar en esa situación juntos, nos unió
más y comenzó la amistad”, presumió.
Entre
las múltiples situaciones y características que comparten los dos artistas,
ambos están casados con mujeres latinoamericanas, fueron futbolistas en su
juventud y llegaron a ser parte del partido comunista, cada uno en su país de
origen. También es evidente que los dos padecen del mismo mal: Silvio Berlusconi,
el primer mandatario del país de Staino, quien tiene que ingeniárselas para
crear una sutil burla del representante de su nación en cada aparición pública.
Y Rius, que trabaja para la empresa editorial Random House Mondatori[1],
de la cual es dueño Berlusconi.
Un ambiente familiar
Su
esposa Bruna, de nacionalidad peruana, considera que conoce a Staino mejor que
nadie y cuando dibuja, le comparte sus sentimientos y sus frustraciones. Bruna,
sabe lo difícil que es para él sentirse presionado y es la forma en que ha
derramado al monstruo de la autocensura sobre sus producciones, lo cual “es el resultado de su experiencia de vida y
de su personalidad rebelde que contrajo de la anárquica Toscana donde fue
criado” dijo. Comentó que en el instante en que su esposo comienza a
dibujar se siente muy seguro de lo que está haciendo y no experimenta miedo ni
dudas en expresar cualquiera de sus trabajos. La censura que ha llegado a
sufrir es el hecho de que no lo publiquen en los periódicos donde ha trabajado.
Pero
sobre todo ha sido autocensura, el momento más triste y más difícil para el
caricaturista es publicar ideologías que van en contra de los principios de
cierto personaje inspirado en algún amigo suyo y, que luego, el antagónico le reclame.
Un
suceso interesante y el único que ha tenido, respecto a la censura, fue cuando
el propietario de una industria textil italiana muy importante, lo denunció a
causa de una publicación y llegó hasta el tribunal. Esta fábrica de ropa sólo
contrataba a mujeres y las condiciones laborales eran absurdas. La lucha duró
varios meses, entre protestas del sindicato y manifestaciones publicas. Sin
importar esto, el presidente de la republica le dio un reconocimiento al
propietario por “optimas” condiciones de trabajo, algo realmente incoherente.
Sergio hizo un diseño en el cual Hilaria (su hija) le preguntaba a Bobbo: -Papá,
pero ¿por qué el presidente ha premiado a esa carroña? (Carroña en Italia es una ofensa muy grave) Por esta
publicación le dieron al artista italiano, una multa de 100 mil liras, pero él en defensa a esto, dijo que en su región de la Toscana y en su familia no era
ofensivo; que incluso ya ha utilizado varias veces la misma palabra en otros
diseños. Además demostró que realmente era el adjetivo que daban las obreras al
patrón. Le dio vuelta al caso presentando pruebas y testigos de las
condiciones a las que eran sometidas las trabajadoras. Y lo
absolvieron. Después se abrió otro caso en el que el juez interrogó al dueño
por todas las injusticias cometidas y se comprobó que realmente el propietario
era una “carroña”.
Sergio
es un hombre que se siente feliz y realizado, su hija Hilaria, orgullosa,
defiende: “Está lleno de una alegría que
se contagia y de infinitas experiencias que compartir, nunca se le acaban,
aunque a veces las repite y sólo le decimos mi hermano y yo, -papá esa ya la
conocemos-” . Además de sus caricaturas y la familia que formó y de la cual
está muy orgulloso, siempre le gustó cantar, aunque reconoce que lo hace muy
mal. Como buen artista también hizo cine, produjo dos películas, escribió una novela y dirigió
varios periódicos, así como en teatro que también estuvo a cargo de diversas
obras. Pero nada de esto supera su pasión por crear series cómicas. La
diferencia está en que para todas estas representaciones artísticas ha
necesitado la opinión de alguien más, y cuando traza los bosquejos de sus
caricaturas, no necesita que nadie más lo juzgue, él sabe perfectamente lo que
quiere plasmar y logra hacerlo sólo delineando lo que su mente le dicta.
"Un teatro pequeño / para un público grande" |
La sombra de Bobbo
Actualmente
el periódico L’unità imprime
diariamente en sus páginas las vivencias de Bobbo convertidas en sucesos
políticos e injusticias, aunque ya no marca una tendencia como lo hacía cuando
nació el personaje de cartón animado, sólo critíca y hace una cómica burla de hechos
actuales.
Lamentablemente Sergio esta perdiendo la vista en una enfermedad crónica y al mismo tiempo Bobbo pierde su consistencia y la vida. Ya comienzan a faltarle líneas, se ve reflejado en los trazos de los retratos. Ya no son tan sólidos. Pero esto para Sergio no es una barrera, al contrario, será su jubilación y la continuación para disfrutar su vida y a su familia que está próxima a crecer, pues, su hijo le concederá en este año a su primer nieto.
Lamentablemente Sergio esta perdiendo la vista en una enfermedad crónica y al mismo tiempo Bobbo pierde su consistencia y la vida. Ya comienzan a faltarle líneas, se ve reflejado en los trazos de los retratos. Ya no son tan sólidos. Pero esto para Sergio no es una barrera, al contrario, será su jubilación y la continuación para disfrutar su vida y a su familia que está próxima a crecer, pues, su hijo le concederá en este año a su primer nieto.
Dario
Honorat, un joven italiano de la ciudad de Firenze de 32 años, es escritor de
cuentos y poesía. Fue a tocar en el año 2008, la puerta de la casa de Sergio
Staino. Bruna, su esposa, abrió. El joven, solicitó trabajo a la dama que
estaba parada frente a él. Y le dieron el mejor trabajo que ha tenido, confiesa
Dario. “Ser los ojos de ese hombre lleno de vida, más vida que cualquier adolescente, casi como un niño, me contagió con sus historias y conseguí lo que buscaba acercándome a la
familia, me dieron el trabajo de guiar sus pasos, estar a su lado y ayudarle a
que su vista borrosa fuera cada vez más clara. Yo describía imágenes y él me contaba más
relatos, aventuras y fábulas que luego yo escribiría”. Dario, en entrevista
realizada por Internet, comentó también que Sergio no quería dejarlo ir cuando
decidió que ya había obtenido suficiente, pues en realidad se había convertido
en sus ojos. El escritor, comparte; “Sergio,
me dijo que tenía una sensibilidad especial, que sabía describir de manera
perfecta, me pidió que no lo dejara ciego nuevamente”
El
caricaturista italiano, aún no pierde la vista por completo. Para entregar sus
trabajos a l’unita, acerca sus ojos entusiastas, hambrientos de retos, a tan solo un par de centímetros de la hoja en
blanco y comienza con vehemencia y devoción a delinear su imaginación. Aún así, los trazos ya comienzan a
perder definición. Pero Sergio no tiene miedo. Quiere dar todo lo que posible, y
después, disfrutar a su familia y amigos.
[1] Empresa editorial con más de 13 sellos distintos que distribuye y
exporta sus títulos a más de 45 países.