A Ju
SLM
Suena tremendo. Pero ¿qué quiere decir realmente? No es una palabra bella, tampoco fea, quizá extraña. Hablar de los demasiados, de los extensos, los muchos, los excesos, los más allás, no tiene ningún límite, ningún dique anclado a ninguna verdad, es sólo dejar volar la hilacha libremente hacia el infinito.
Suena tremendo. Pero ¿qué quiere decir realmente? No es una palabra bella, tampoco fea, quizá extraña. Hablar de los demasiados, de los extensos, los muchos, los excesos, los más allás, no tiene ningún límite, ningún dique anclado a ninguna verdad, es sólo dejar volar la hilacha libremente hacia el infinito.
Los miedos por ejemplo: ¿Cómo se distingue el miedo, el pavor y la fobia? Hay niveles, en todo hay niveles. Las sensaciones tienen niveles. Incluso cuando se está enamorado. El enamorado no dice "te amo" en las primeras citas. Por lo menos, no el enamorado de antes, el que lo valora con seriedad, pues para él tiene un significado de "quiero pasar el resto de mi vida contigo" o "te entrego mi amor, corazón y atenciones" o "eres el hombre/mujer de mi vida". Estas frases, en un supuesto de que se pudiera traducir en palabras humanas esa onomatopeya del amor. Así de tremendo. No le importa a quien banaliza la frase y le canta a cualquier muñequita coqueta o joven apuesto una o dos docenas de "te amo's" al día. Antes, esta frase estaba exclusivamente dedicada a la persona amada, hoy se anda canturreando a los amigüis, amantes pasajeros, pretendientes y "contactos" de facebook, nótese las comillas. Y es que el contacto en este mundo virtual ya no es físico.
En un pasado nuestros padres y abuelos y quizá hasta mi tatara, tatara, tatara, tatara... etcétera Moctezuma, se brindaban un "te amo" en secreto, en voz bajita, en un momento delicadamente especial y de acento a veces melancólico, taciturno o de éxtasis. Era sobre volar las bardas de toda sensación y más aún de la sensación más hermosa, natural y orgásmica: El amor.
En una madrugada el enamorado se acerca a la ventana de la doncella y dice...
No, no, no. Esos tiempos ya se oxidaron.
Va de nuez.
Antes del alba el enamorado envía un whatsaap a su mujer y se lee: "Como todo el mundo, pensé que los vientos que me matarían vendrían del norte: Bajé la guardia. Y resulta que la belleza del Sur es la que derrite mis casquetes polares" (aclaro que entre los amantes existe un jocoso y florido juego local con los hemisferios que sólo ellos entienden). Nuestra mujer imaginaria que posee una historia de amor aburrida, de traumas, des-atenciones, bla, bla, bla, al leer esta frase, con el preludio de muchas más románticas coquetas y "cursis" que ambos intercambian, cae en un espasmo, no puede más. La sensación en su piel es de una corriente eléctrica que la obliga a levantarse, caminar, cerrar los ojos, gritarle a un cojín, sostenerse de la esquina de algún mueble y así no caer del mareo, un mareo de ideas en batalla y nuevamente se sienta y dice "pidos", pide una pausa, un respiro, respira, y antes de largarse suelta un "te amo" con una sublime corazonada. No es justo que nuestra mujer imaginaria dejara así en ascuas a su amante. Pero quizá él entenderá, como ella no entendió, la sensación tan desconocida que tuvo. Jamás sintió antes algo parecido. Y es que ahí el asombro también tiene un juego precioso. Pues uno reconoce sensaciones, pero en el amor cuando uno dice "te amo" reconoce que está en el punto máximo, y si no así, sí en un cenit. En una cima muy transparente y sensible, desnudo, entregado al amor. ¿Qué pasa cuando llega un amor más fuerte, más intenso, uno que no ame lastimando sino adorando, respetando? Los parámetros, los paradigmas cambian, nos asombramos, se nos mueve el universo. Y un algo etéreo, dentro del cuerpo físico, estalla.
Los miedos entonces, tienen sus des-niveles: El pavor se siente con mayor vehemencia que el miedo a secas, pero sin ninguna compensación una fobia pudiera estar en el eslabón mayor. ¿Cómo medir el miedo que siente alguien comparado con el miedo de otro alguien? Y si el que tiene fobia es superado, habrá que poner un nombre más espeluznante a la siguiente definición del vencedor. Es así que cada uno, cada quién y cada cuál, tenemos nuestros propios niveles. Este mismo amante imaginario le dice a ella: Ganaríamos el premio "Nobél" de latidos que se escuchan y se apapachan, se arrunchan... y ella sin más, vuelve a estallar.
La sensación de una fobia es distinta a la de un "te amo" explosivo, uno se dirige a la adrenalina y otro hacia el placer. Físicamente una serie de reacciones que provoca el ensueño inyectan al cuerpo dopamina, oxitocina, serotonina, norepinefrina y otros que también terminan en "ina" y el miedo dispara la adrenalina. En traducción para nosotros, pacientes y víctimas, en ambos casos por alguna milésima de segundo o por varios minutos, o incluso horas uno se siente con tanto amor que muriera en el instante o con tanto miedo que ruega el fin del martirio para calmar ese verdugo. Ambos desean la muerte.