sábado, 26 de diciembre de 2009

EXTINCIÓN DE LUZ Y FUERZA DEL CENTRO (10-10-09)



DICIEMBRE 2009

Por decisión unipersonal, a través de decreto,
se extingue una empresa centenaria…

“Mi familia era Luz y Fuerza, ahora soy huérfana.
- No hay dinero hija, las vacaciones a Acapulco, ¿estuvieron buenas?, ahora tenemos que amarrarnos el cinturón.
- Este jamón es más barato.
- La colegiatura de los niños, mi amor.

Desde que tengo memoria, fue caro vivir en México, aún con padres electricistas. Recuerdo las crisis en que la tiendita se nos prohibía, y mi hermano y yo, quedábamos en ayuno de dulces. Si mi empresa es como dicen en las noticias, con todos esos privilegios, ¿por qué recuerdo los gobiernos de Salinas y Zedillo como nuestra tortura, como villanos y verdugos de mis padres?, siempre se quejaban de ellos. ¿Por qué si éramos millonarios como dicen en la tele, nos negaban un juguete diciendo:

- No hay dinero

Luego entré yo a la empresa, terminé al mismo tiempo mi maestría y con mis hijos se repitió la historia. De repente, una madrugada, de la que sueño despertar algún día, me quedé huérfana, habían extinguido a mi familia, nuestros sueños y proyectos en el suelo, y así como mi familia, muchas miles más, mamás solteras, padres cabeza de familias, personas sin estudios, ¿por qué?. Dice Calderón, nuestro “presidente del empleo”; que teníamos demasiados privilegios, quizá le molestaba ver que teníamos celular, que nuestros hijos vestían con converse, mochilas nike, jeans levis, aunque algunos no llegaban ni a tener unos panam, en ocasiones es más difícil darse esos “privilegios” pues están los uniformes, las colegiaturas, el lunch, y las vacaciones a Acapulco”

Quizá nuestro presidente quiera vernos a todos así, mano de obra barata, con carencias, quizá quiera extinguir también a la clase media y sumándonos a los más de 19 millones de personas que padecen la pobreza alimentaria y a los 50 millones que son pobres en algún grado (según cifras de SEDESOL, entidad que asegura que en el primer semestre de 2009,  la pobreza en México subió de 47 a 48 por ciento).Comparte María Guadalupe, extrabajadora de la empresa Luz y Fuerza del Centro.


El día 11 de octubre, las primeras planas de todos los periódicos, estaban llenas de títulos como; “El gobierno asalta instalaciones de LFC, ordena su extinción”, “decreta Calderón extinción”, “Liquidan a Luz y Fuerza”. Y así fue, el representante del Ejecutivo Federal, había impuesto el sabadazo (término coloquial, que describe lo que sucedió aquel sábado en que desaparece la empresa Luz y Fuerza del Centro),  del 10 de octubre, a las 11 de la noche.

Por otro lado, “¡Nos vamos al mundial!”, exclamaba gran parte de la población, incluyendo a las familias electricistas, pues esa misma noche en que la Policía Federal Preventiva tomaba secretamente las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, para una hora más tarde, casi a media noche transmitir un anuncio de gobierno en cadena nacional y en los principales noticieros. Era la imagen de Felipe Calderón explicando las causas de su decisión al liquidar a la empresa; el gobierno publicó una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Federación, firmado por Calderón en el que se determinaba la extinción del organismo descentralizado. Esa misma noche, los jugadores de Javier “el Vasco” Aguirre, habían obtenido su calificación en el mundial de Sudáfrica 2010 con un resultado de 4 a 1 sobre El Salvador.



Y mientras una buena parte de los mexicanos cantaba “Cielito lindo” en muchas partes del mundo, a las 24 horas del mismo día 10, comenzaban a llegar trabajadores a las instalaciones de su sindicato en la colonia Tabacalera, -inaugurando una asamblea denominada “permanente” y realizada esa madrugada sobre Insurgentes y Antonio Caso-, permaneciendo ahí hasta el día siguiente. La avenida Insurgentes fue bloqueada en su totalidad por los trabajadores consternados que acudían para saber que sería de su empleo. Lamentos y consignas, en un ambiente de impotencia que marcaba el inicio de una ferviente lucha. Los dirigentes trataban inútilmente de tranquilizar a los agremiados con un megáfono. Intento fallido, pues a las 3 de la madrugada, seguían llegando al lugar gritando y exigiendo al gobierno una explicación.

Esa misma noche fueron tomadas las instalaciones en otros estados, e incluso por la fuerza. En el Centro de Operación y Control, los trabajadores fueron sacados por la fuerza, Héctor Paniagua, -Coordinador de la Comisión Técnica, mejor conocido como COC- declaró que su gente había sido agredida, y obligada a abandonar sus pertenencias para posteriormente ser escoltados unas cuadras lejos del Centro, del “cerebro” de Luz y Fuerza, donde se operaban todas las mesas de control, también conocido como el switch de la ciudad de México. “La PFP, agredió a los trabajadores en turno, en esas instalaciones se requiere de personal las 24 horas del día para operar los sistemas.” Agregó Paniagua.

Luz y Fuerza del Centro y su Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), atendía 6 millones 200 mil servicios que cubría una población de 26 millones de habitantes (Cifras proporcionadas por el Coordinador de la Comisión Económica del SME). La principal razón que dio el Presidente, para la liquidación de la entidad fue su “comprobada ineficiencia operativa y financiera”. Efectivamente era así, la compañía tenía ya años en la lista negra con números rojos y un prestigio oscuro ante los usuarios. La entidad, aparentaba ser un estorbo para las finanzas públicas. Permaneció más de 15 años en una virtual quiebra técnica sin desaparecer. Pero he aquí la ironía más grande, ¿qué negocio por más pequeño o grande que sea, subsiste cuando su materia prima la compra a un precio más caro que el de venta?

Luz y Fuerza, compraba en promedio por las distintas tarifas, en $1.34 pesos el KW. Mientras que lo vendía en un promedio de .80 centavos. En el rango de las tarifas, que dispuso la Secretaría de Hacienda, la luz era más barata pera empresas industriales con consumos muy altos y más cara al consumo doméstico, considerando también que por órdenes del gobierno, LFC debía condonar deudas millonarios a algunas empresas como son, Televisa, los periódicos Reforma y Uno más Uno y muchos municipios en su zona de influencia, además el edificio de la Torre Mayor no pagaba la energía que consumía, etc.

Se argumenta en el famoso decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación con fecha del 11 de octubre de 2009, que la cantidad anual transferida era de 42 mil 315 millones, con el fundamento de que era para subsidio de los trabajadores. Pero hay detalles demasiado claros que no consideró el Presidente en su informe. Dicho subsidio, no iba para los trabajadores, sino para los usuarios finales. En el recibo de luz, en la parte central se encuentra el monto en pesos del consumo mensual, en la siguiente línea, el descuento por subsidio y finalmente el total, es decir, si el usuario debía pagar 600 pesos, en promedio la mitad estaba subsidiada y el monto total a pagar era de 300 pesos aproximadamente.



No pueden compararse empresas tan distintas:

  • CFE atiende a 13 usuarios por km2, (en Jalisco 29 usuarios por km2), mientras que LFC tiene una densidad de 2015 usuarios por km2. solo en el D.F.

  • Si restamos el número de trabajadores de las áreas de Construcción, Servicios Técnicos y Fábricas y Talleres, la plantilla se reduce a 29,547 trabajadores, considerando que ésta incluye labores de limpieza, mantenimiento de edificios, poda de árboles, deshierbe, etc., que CFE contrata con terceros.



Hay irregularidades tanto por parte del ejecutivo, como del SME, estas cifras tampoco quieren decir forzosamente, como indica el Secretario General del SME, Martín Esparza, que los usuarios ahora van a pagar el doble. Estas determinaciones aún no están especificadas en ningún contrato, pero el mismo subsidio, puede ser administrado por CFE.

En el otro extremo, al mandatario Mexicano, se le olvida mencionar que las transferencias asignadas a LFC en el presupuesto 2008 fueron de 34 mil 143 millones; sin embargo tuvieron que ser aumentadas a 42 mil 315 millones debido al incremento en los precios de la energía comprada a CFE por la aplicación, ¿qué pasó con ese aumento y ese dinero que Hacienda decidió incrementar para pagarle a CFE, y que al final de cuentas regresara a Hacienda? Sólo ellos saben. Este incremento de $8,172 millones en las transferencias se destinaron principalmente a aumentar el subsidio de las tarifas de los usuarios industriales, es decir, la tarifa más barata a grandes empresarios, los que llegaron a $16,862.33 millones en el año 2008.



El costo de la nómina era de 6 mil millones de pesos destinado a trabajadores activos y 11 mil millones a jubilados, en suma no es ni la mitad de los 42 mil 315 millones que el gobierno atribuye a los trabajadores como causa de deterioro financiero de la empresa. El total de esas transferencias sólo las contabilizaba Luz y Fuerza sin pasar por sus manos, ya que iban directamente a CFE para pagar la energía eléctrica que entregaba esta en bloque a la primera.

Era evidente que la plantilla de jubilados parecía ya un problema serio, las dos partes parcializan y segmentan información y datos, pero ¿por qué extinguir a una empresa que aún era rescatable en muchos aspectos? ¿qué intereses hay detrás de esto? ¿No era mejor aplicar reformas en el contrato colectivo de trabajo? ¿y si el verdadero problema eran los jubilados, por qué no instaurar una mesa de diálogo para la modificación de la incómoda cláusula 64? Una mesa más en este país, no le haría daño a nadie.


Fibra Óptica

Detrás de cámaras, existen camerinos incógnitas que merodean la situación, en espera de un espacio para actuar y entrar en acción. Pero, si la empresa era ya un fracaso total, ¿por qué hay cazadores que están sólo esperando esa millonaria presa?

El triple play es un sistema desarrollado por los trabajadores del departamento de telecomunicaciones de LFC, que posibilita la transmisión de voz, datos y video, el cual, comparte el cableado para aprovecharlo y llevar hasta los hogares, oficinas y empresas, la energía, la televisión por cable, Internet y teléfono. Esta iniciativa buscaba rentar el cableado a empresas privadas y tener así un ingreso más para el Estado, así como ponerlo a disposición de los usuarios de Luz y Fuerza de manera gratuita o a un costo mínimo.

En abril del 2008, el SME, tuvo la iniciativa de presentar por tercera vez a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) la solicitud para tener una concesión de red pública de telecomunicaciones. La cual fue negada. Pero fue, una muy buena idea, para un grande negocio y con grandes ambiciones.

La materia de trabajo persiste, la luz no se ha ido en la ciudad de México, y los empresarios están muy interesados. Luz y Fuerza contaba con 1,500 kilometros de fibra óptica, la más larga del país, que suministraba la energía a la ciudad más grande del mundo. Un buffet muy atractivo, que ya le fue concesionado a WL Comunicaciones, empresa de telecomunicaciones de la que son socios los exsecretarios panistas de Energía en el sexenio de Fox, Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens, Los beneficiados comienzan a quitarse el letrero de anónimos, ¿que sigue ahora?.

¿Privatización?

Una buena planeación de inversión extranjera no estaría nada mal, como sugiere Enrique Dussel Peters
 en su libro La inversión extranjera en México, pero en buenas manos, no una explotación a la nación como se vislumbra en esta administración, sino inversiones inteligentes. (Enrique Dussel Peters, es el Coordinador del Centro de Estudios China-México (CECHIMEX) de la Facultad de Economía de la UNAM. Conjuntamente con la Dra. Yolanda Trápaga han realizado innumerables esfuerzos –con los sectores privado, público y académico, así como en la propia UNAM- para fortalecer al Cechimex en términos de contenidos y de financiamiento.
Coordinador del Campo de Conocimiento de Economía Política del Posgrado en Economía. Ha realizado múltiples esfuerzos internos y con el Posgrado para fortalecer y mejorar las condiciones del propio Posgrado y el CCEP),

Tres meses han pasado de lo ocurrido y a pesar de las consecuencias que a tenido esta problemática (Muertes, suicidios, huelgas de hambre, campaña de desprestigio y daño moral a través de los spots publicitarios (los extrabajadores llevan en su curriculum el “tache” de Luz y Fuerza y automáticamente son rechazados de cualquier empresa), el incremento en desempleo y los trabajadores informales perjudicados, que dependían de la economía de los desempleados, así como una sociedad iracunda. Entre otros.), el movimiento sigue vivo y con el apoyo de; más de cuatro mil organizaciones nacionales, de las entidades sindicales más importantes a nivel mundial, y por supuesto de los más de 16 mil electricistas que aún no se han liquidado.

Pero el gobierno no da luces de retractarse, aunque el convenio celebrado entre el servicio de Administración y Enagenación de Bienes y la Comisión Federal de Electricidad, el mismo día del decreto mencionado, testimoniado por el notario 103 del Distrito Federal, evidencia la configuración de esta (CFE) como patrón sustituto, al ser receptora de todos los bienes encargados al SAE para la liquidación de Luz y Fuerza del Centro.

En esta lucha y con este tipo de argumentos continúan los trabajadores del SME. Sólo el tiempo, les dará la respuesta.

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